Eirado da Leña

Jose Maria Seoane

Con reserva y ahora más al tener con merecimiento propio la Primera Estrella Michelín, esmerado servicio atención mayúscula y menú degustación muy elaborado y Apetitoso

Juan Carlos Montejo

Comida de altísimo nivel, con un servicio impecable. El conocimiento de la sumiller de 10, mucho nivel, volveremos.

Pol Corugeira

El menú degustación nunca defrauda, el ambiente siempre agradable y el servicio a la altura, mi restaurante favorito, seguiremos yendo.

Alexandra Pinon

Buena comida. Mi pareja no come queso y el chef reemplazó el único plato del menú degustación que lo contenía por otro plato de la carta en lugar de simplemente servir el plato previsto quitando el queso, lo cual es muy apreciable porque pudimos tener una verdadera plato tal y como lo diseñó el chef. Como en la mayoría de los restaurantes que visitamos en España hay pocas verduras en el plato en comparación con la cantidad de proteínas. Pero los aderezos son magníficos, los platos bien elegidos, los productos de gran calidad. Hay suficiente sofisticación en la preparación para exhibir los productos. Desafortunadamente no pudimos probar el maridaje con los vinos porque no se nos permitía compartir un maridaje para dos y quien conducía no podía beber más de 2 copas según la ley española por lo que no podíamos tomar 2 maridajes. El camarero había accedido a dejarme tomar un maridaje sola... siempre que no lo compartiera con mi marido. Pero 7 copas de vino me hicieron mucho, y sobre todo no me veía bebiendo durante toda la comida sin que mi marido le permitiera probar (hasta las 2 copas autorizadas por la ley). Esta propuesta del camarero me ha parecido especialmente sorprendente, incluso inapropiada, sobre todo porque el restaurante no tiene ni más ni menos que ganar si las copas las beben una o dos personas (como pagas el mismo precio por la misma cantidad, no te pedimos para servir en 2 copas,...). Los vinos por copa no están mal pero no son interesantes. Al menos para los blancos que probamos (cada uno elegimos uno de los 3 en el menú). Me parece que había un poco más de variedad de vinos tintos, pero como la comida se basa en mariscos para 9 platos de 11, no parecía ser una elección relevante. Si hubiéramos podido hacer un maridaje de comida y vino, le habríamos dado a este restaurante al menos una puntuación de 4 por la calidad de sus productos y la belleza de los aderezos (¿y quizás incluso más para un maridaje particularmente exitoso?). Esta vez, lamentablemente, el experimento nos pareció incompleto. Quizá algún día tengamos la oportunidad de volver a dormir en Pontevedra para no tener que coger el coche después...